Si bien la limpieza es importante una de las preocupaciones es el desgaste, pues operan a presiones extremadamente altas que comienzan entre 3000 PSI y pueden llegar hasta 26000 PSI en condiciones de alta demanda.
Las altas presiones pueden reducir acumulación en depósitos en el interior del inyector y a su vez también llegan a provocar desgaste en sus componentes internos lo que ocasiona disminución del rendimiento del inyector y por consiguiente el rendimiento del motor.